Para mantener una silla de oficina de malla, puede seguir estos pasos:
Limpie la silla regularmente: limpie la silla con un paño húmedo para eliminar el polvo, la suciedad y las manchas.
Inspeccione y apriete las piezas sueltas: revise la silla regularmente para ver si hay tornillos, pernos u otras piezas sueltas y apriételas según sea necesario.
Lubrique las piezas móviles: aplique un spray a base de silicona a las piezas móviles, como el mecanismo, los reposabrazos y la base, para mantenerlas suaves y funcionando correctamente.
Reemplace las partes desgastadas: si alguna parte de la silla se desgasta, como la malla o el acolchado de espuma, considere reemplazarlas para asegurarse de que la silla se mantenga en buenas condiciones.
Guarde la silla correctamente: cuando no esté en uso, guarde la silla en un lugar seco, lejos de la luz solar directa y las temperaturas extremas.
Siguiendo estos pasos, puede ayudar a mantener su silla de oficina de malla en buenas condiciones y garantizar que dure mucho tiempo.
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